Desafíos respecto a la contaminación difusa en aguas superficiales, lecciones desde la Unión Europea

Autora: Alejandra Stehr

Fuente: Diario de Concepción

22 de mayo de 2021

El nitrógeno es un nutriente que ayuda a las plantas y los cultivos a crecer, sin embargo, las altas concentraciones son perjudiciales para las personas y la naturaleza. En particular en Europa, los nitratos procedentes de los fertilizantes minerales y del estiércol del ganado han sido una fuente importante de contaminación del agua, lo que ha contribuido a la proliferación de algas, impactando los ecosistemas acuáticos y amenazando la biodiversidad. En el año 1991 la Unión Europea reconoce este problema y adopta la Directiva sobre nitratos (91/676/CEE), la cual forma parte de la Directiva Marco del Agua y es uno de los instrumentos clave en la protección de las aguas contra la contaminación, ya que tiene como principales objetivos reducir la contaminación causada o provocada por los nitratos de origen agrario, y actuar preventivamente contra nuevas contaminaciones de dicha clase.

Esta directiva establece una serie de medidas: el control de todos los tipos de cuerpos de agua; la identificación de las aguas contaminadas o en riesgo de contaminación; la designación de zonas vulnerables a los nitratos; y el establecimiento de códigos de buenas prácticas agrícolas y programas de acción nacionales. El último informe de la Comisión sobre la aplicación de esta Directiva muestra que la contaminación del agua causada por los nitratos ha disminuido en las dos últimas décadas, pero a pesar de esta tendencia general positiva, la contaminación por nitratos y la eutrofización siguen causando problemas en muchos Estados miembros, debido a que algunas prácticas agrícolas dependen en gran medida de los fertilizantes, haciendo necesario en este sector ampliar las buenas prácticas y asumir el reto de evaluar adecuadamente todas las aportaciones de nutrientes procedentes de diferentes fuentes, considerando la cuenca como unidad de referencia.

En Chile, solo 2 de las 5 Normas Secundarias de Calidad del Agua vigentes, consideran el nitrato dentro de los parámetros normados, mostrando en los monitoreos una superación de este parámetro en la mayoría de las áreas de vigilancia, lo que traerá como consecuencia generar planes de descontaminación, para lo cual se necesitará información detallada de la procedencia de los distintos contaminantes, siendo esto, uno de los grandes retos a abordar como país en el corto plazo, para lo cual la experiencia Europea puede ser de gran ayuda.