La prevención de incendios forestales en el “Pacto Verde” Europeo
Fuente: Diario de Concepción
El “Green Deal”, o “Pacto Verde” Europeo, es un acuerdo adoptado el 2019 por la Unión Europea, que invita a realizar una “transformación” del modelo económico con medidas concretas para reducir la contaminación, avanzar a una economía limpia y circular, detener el cambio climático, revertir la pérdida de biodiversidad y crear nuevas oportunidades económicas. En este contexto se ha debido avanzar en un tema, también relevante para Chile: los incendios forestales, apostando por los bosques “seguros y resilientes”.
Según el Informe Anual sobre incendios forestales elaborado por la Comisión Europea, 2019 fue el año en que más incendios forestales se registraron en la historia a nivel mundial y con un número récord de espacios naturales protegidos afectados. La sequía, los cambios en la gestión del suelo, el abandono del medio rural, la expansión urbana, los cambios en las tradiciones culturales y en las formas de emplear el tiempo libre, se estiman como las causas subyacentes, además de la falta de políticas de gestión de incendios. Se habla incluso de la época de los “incendios catastróficos”, esto es, incendios de tal envergadura que no se pueden extinguir.
Por ello, y dentro del llamado Pacto Verde Europeo, la Comisión ha publicado, en abril de 2021, nuevas directrices para la prevención de incendios forestales terrestres con medidas para mejorar la gobernanza, la planificación del paisaje y la gestión forestal, de manera que la ordenación del territorio vele para que la estructura, composición y uso de los bosques, terrenos boscosos y otros paisajes vegetales sean más resistentes y resilientes frente a los incendios forestales.
En Gobernanza, quisiera destacar cuatro indicaciones: en primer lugar, educar; en segundo, que la prevención sea prioridad para las autoridades, centradas, más bien, en la acción post desastre; tercero, avanzar en coordinación, pues, generalmente, existen muchos organismos con competencias segmentadas, como en Portugal, en donde ya se creó la Agencia para la Gestión Integrada de los Incendios Rurales; y, finalmente, la cuarta indicación refiere a que la gestión forestal, comprendida como las decisiones que hoy tomemos en relación a los bosques existentes o de cara a planificar nuevos bosques, será fundamental para el futuro y, por tanto, se deben considerar especies mejor adaptadas a las condiciones climáticas actuales y futuras, especialmente hídricas y bosques con mezclas de especies y edades. En suma, bosques más seguros y resilientes.